miércoles, 1 de junio de 2011

Revolución del 15 de Mayo: ¿éxito o fracaso?

“en una democracia contemporánea lo que no sale en los medios no existe”

Kaspuscinsky

La “spanish revolution” más allá del escepticismo generalizado de los intelectuales, políticos y periodistas top-ten en España, es un éxito de raíz. El hecho de ocupar un espacio en los principales grupos mediáticos televisivos ya es motivo de asombro. Pues el peor destino de una manifestación en las sociedades modernas es la indiferencia a la que la mayoría de las veces queda sometida por el poder. Y este no ha sido el caso. Ni el show de las elecciones autonómicas ni la copa de Europa pudieron sumergirlo en los océanos del entertainment..

Mayo del 68 a la Española, Primavera de Praga, manifestación de descontentos con tufillo a porros y fiesta comunista, concentración de absentistas, indignados, antisistema, ingenuos o revolucionarios, gamberros, o antidemocráticos... De todo se ha dicho hasta ahora en los medios. ¿Pero qué es realmente este movimiento 15 M que parece tener en vilo a los responsables de interior de comunidades como la de Madrid o Barcelona? ¿qué ocurre en París, Florencia, Bruselas o Londres?

¿Qué está pasando cuando sólo en España medios “conservadores como la Cope o Intereconomía, Punto radio o ABC dedican espacios y esfuerzos a medir y caricaturizar el movimiento? Y en Prisa con el País se apresuraron desde mediados de la primera semana a enviar redactores a Sol, o columnistas como LLuis Bassets a valorarla sólo unos días después de que empezara la acampada?

Sumo y sigo... ¿qué ocurre en internet cuando twitter arde, Youtube o flickr engordan al minuto con nuevos vídeos y fotos de aficionados, las opiniones vuelan en nuevos foros de discusión a favor o en contra, las propuestas, y manifiestos se apiñan junto a las diversas valoraciones apresuradas: emoción, desdén, escepticismo, crítica fácil, desprecio y esperanza bombardean las bandejas de correo como golpean los garbanzos sobre la cazuela por el calor cinético interno.

Esto es precisamente lo que ocurre y en lo que debemos fijarnos antes de nada: movimiento, simple y claro; de masas, de comunicación, de opiniones, de descontento por el lado que sea. Este y no otro es el auténtico valor del 15 -M. Más allá de sus resultados electorales o su traducción en cambios sociales, es la inesperada acogida popular y la participación ciudadana desconocida hasta ahora lo que marca la diferencia. El pasado 15 de Mayo, una manifestación más convocada por un grupo más, se extendió con la rapidez de un incendio veraniego por la geografía Española. Aunque sus presupuestos no sean nuevos, si lo es la forma en que se está expresando.

Aquí está la magia de éste movimiento que contradice el escepticismo crónico que vivimos. Para muchos la izquierda está muerta y la sociedad como colectiva enferma y desmembrada. El filósofo italiano Raffaele Simone, nos dice en su reciente libro el monstruo dulce “la pasión más estimulada, más excitada, mas suscitada de la modernidad es el egoísmo”... “La sociedad consumista participa en la general disminución de la pasión política y desmoviliza a la clase obrera, que ya no reivindica su identidad si no que busca parecerse a la burguesía que quisiera ser...” (citado por Rémi Lefebvre en Le Monde diplomatique Mayo 2011.

Y lo que está ocurriendo ahora en los barrios de Madrid es un ejemplo de todo lo contrario. El descontento generalizado, la incertidumbre local , nacional e internacional, la velocidad de los acontecimientos se está expresando por primera vez de forma nítida en la calle, en los vecindarios, en las plazas públicas, en los foros de la web con un impulso desconocido hasta ahora. Con una capacidad de movilización única que debería sorprendernos más allá de sus resultados.

Por supuesto, por que no podría ser de otro modo: es un movimiento confuso, caótico. Con frecuencia se le tacha de pataleta o palos de ciego. Quien mucho abarca poco aprieta. Y esto es lo que está sucediendo en cada una de las asambleas. No hay un discurso diferenciado ni unas formas claras de llevar a claro las decenas de propuestas que han ido saliendo en las plazas. Sus protagonistas, además, ni son profesionales ni superan los 30 años en su mayoría. Y finalmente, tampoco hay liderazgo ni partido político o asociación que la represente.

¿Pero que podríamos esperar de algo que en el mejor de los casos surgió de forma espontánea del mismo descontento ciudadano? ¿Un partido político más en las listas autonómicas? ¿Otro gurú con altavoz en mano, nueva estrella de los medios y posiblemente pelotazo editorial más tarde? Otro mito mito más que acabe ocupando un cuarto de columna en el anuario del 2011?

No, el mundo no se cambia en una tarde, ni España ni la comunidad de Madrid. Tampoco la legislación que facilitó la crisis del 2008 ni está democracia de chapa-pin en la solapa. Tampoco la cambiarían un puñado de políticos con carisma o profesionales de recetas económicas. En cualquier caso, para hacer algo, al menos este si es el mejor de los comienzos: el consenso desde la base, el debate, la movilización desinteresada de esos jóvenes que entran en la vida pública y que han hecho lo que ni 5 millones de parados actuales, ni 250000 desahuciados y empobrecidos por obra y gracia de los planes de hipotecas españoles consiguieron: dar el primer paso.

Apuntémonos que vale la pena vivirlo.



1 comentario:

  1. Me ha gustado lo que dices sobre este movimiento al que yo ya me he apuntado desde que surgió, pese a no ser tan joven.
    Ahora es el momento, algo muy importante ha comenzado y no debe languidecer. Cada día debemos tener más fuerza. Es una oportunidad de oro que hacía tiempo estábamos esperando. Como siempre, han sido lo jóvenes lo que han dado el primer paso. Un aplauso para ellos y desde aquí les digo a los parados y desahuciados: ¿Dónde estáis? ¡Es vuestra oportunidad! Os han abierto el camino y ahora sólo hay que echar a andar ¡Con ganas!

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